65. PREGUNTANDO LA PRIMERA CITA
PREGUNTANDO LA PRIMERA CITA
Dr. Jaime Otero M.
Dr. Jaime Otero I.
He estado
revisando o reflexionando sobre una serie de conceptos que pienso podrían ser
de mucha utilidad para que más “pacientes” de los que recibimos todos los días,
se conviertan en “clientes nuestros”, vale decir, en consumidores habituales.
Cuando vamos
a recibir a un paciente por primera vez, tengamos en cuenta:
1. Levantarnos
y acercarnos al paciente con nuestra mejor cara y la más agradable sonrisa que
nos sea posible, darle un sonoro “Buenas tardes” o “Buenos días” y decirle
cosas como ésta: “Qué gusto de tenerlo/a en nuestro consultorio” “Adelante, por
favor ” o cualquier frase que se nos ocurra y que denote una bienvenida
cordial, sencilla, no fingida. Si está
acompañado/a expresar una frase simple como la siguiente: “ Primera vez que nos
visita?” “ Su hija ? ” e invitarle/s a
tomar asiento, no en el sillón dental, sino en una de las sillas del
consultorio, para que se de cuenta claramente que deseamos conversar con
él/ella durante unos minutos, antes de verle la boca. No olvidemos que nosotros
atendemos personas, antes que ser simples vendedores de Odontología. Esa es la
imagen que debemos proyectar siempre, pues nuestro principal objetivo debe ser
dar mejores condiciones de vida a la persona, antes que buscar una perfecta
anatomía en nuestras restauraciones.
Ambas
variables expresadas, mejorar las condiciones de vida y el refinamiento
técnico, son importantes muy dentro del
tratamiento dental, pero a nuestro entender la primera es más importante que la
segunda. Las personas aprecian mucho el interés que pongamos en lograr
beneficios para ellos. Capacidad técnica y refinamiento profesional lo tienen
todos los dentistas y debemos distinguirnos en nuestro trato, si deseamos
lograr su lealtad y perseverancia.
2. Algo
que debemos hacer desde el primer momento, para que sea establecida una buena y
adecuada relación interpersonal, es expresar con claridad, muy despacio y
pronunciando bien, nuestro nombre. De esta manera buscamos que no nos conozcan simplemente
como “el dentista” o “el Doctor” o “un Doctor que trabaja en una avenida”, etc.,
sino como el “Doctor Fulano”, lo que nos permitirá establecer una buena
relación humana. “Somos personas que atendemos personas” es un buen concepto y
una buena imagen a lograr. Si un paciente no sabe cómo se llama Ud., algo malo
ha sucedido.
3. Inmediatamente
después, deberemos identificar el nombre del paciente en la Ficha donde se
encuentra el Odontograma y asegurarnos que ha sido bien escrito por nuestro
personal o de manera legible por el paciente. Veremos si hemos entendido
claramente lo que ha sido escrito y preguntaremos a la persona si lo estamos
pronunciando bien. Si fonéticamente suena de diferente manera, lo escribiremos
con lápiz de manera clara en algún lugar visible de la Historia para no
pronunciarlo mal en el futuro. Si la persona nos refiere que prefiere ser
llamada por un sobrenombre, anotarlo en la ficha y usarlo en el futuro.
4. Pasar
luego a revisar la Hoja donde se le hacen diversas preguntas referidas a una
serie de aspectos personales o individuales. Si no ha llenado esa Hoja a pesar
de que se le entrega a todas las personas que llegan a nuestro consultorio, (algunas
personas creen que esa parte de nuestra Historia Clínica no es importante o que
les da pereza hacerlo). Debemos explicarle brevemente que le agradeceremos
muchísimo si al terminar nuestra primera visita la llene, pues tenemos especial
interés en darle la mejor atención profesional que nos sea posible, de acuerdo
a sus preferencias personales. Decírselo con las palabras que hemos colocado en
negrita para que él tenga conciencia que no somos un consultorio más, sino uno
donde se le quiere atender de manera muy especial y preferente. Que nos preocupamos
mucho para darle una atención personalizada. La gente por lo general lo
entiende mejor si se lo decimos claramente.
5. Será
muy importante dar una revisión general a la información que llena el paciente
referente a su estado civil, ocupación, profesión, empresa en la que trabaja,
preferencias de atención, experiencias con el Dentista, etc. y generar algunas preguntas que demuestren
nuestro interés primero a él como persona, como bien podrían ser: Es Ud. Abogado,
verdad ? y a qué área del Derecho se dedica ? Le pregunto porque la Abogacía es
realmente una profesión sumamente interesante, amplia y sobre todo conceptual.
Y ESCUCHAR CON ATENCIÓN MIRANDO A LOS OJOS. DEJARLO HABLAR UN PAR DE MINUTOS.
Según si la persona emplea muchas palabras o si es lacónico y concreto,
estaremos vislumbrando frente a qué tipo de persona nos encontramos y frente a
qué nivel de relación desea establecer con nosotros, pues una persona locuaz
deberá ser tratada de manera diferente si es alguien de muy pocas palabras.
6. Acto
seguido nos vamos hacia otra área del relacionamiento interpersonal y podemos
permitirnos hacerle una segunda pregunta respecto a sus aficiones y hobbies,
que es algo que llena en la Ficha. Si no llenó esta Ficha por que la considera
muy larga o pesado hacerlo, comentarle que nos interesa tremendamente lo hizo,
hacerle el comentario respecto a” No nos ha llenado este espacio adonde le
preguntamos sobre sus aficiones. Me podría decir, qué le interesa, la lectura,
los deportes, la gastronomía, cocinar, la música, etc ” y guardar silencio para
que nos pueda responder con tranquilidad, sin prisa. Hay que tomar la misma
actitud observadora respecto a lo que nos dice y sobre todo cuánto y cómo nos
lo dice.
7. Todo
lo anteriormente descrito no debe demorar más allá de 3 a 4 minutos y será
momento para hacerle la pregunta del millón de soles: “Dígame. En qué la puedo
servir?”. “Qué la trae al consultorio ?” y escuchar con mucha atención. De ser
posible, repetirlo y decirle: “La entiendo perfectamente. Su problema es que … ”
y expresarle: “No se preocupe que se lo vamos a solucionar hoy mismo, pues
deseamos que Ud. no siga con ese dolor o esa molestia”.
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